La erupción comenzó el sábado por la noche en el cráter de Sundhnjúkagígar, y se cree que es posible que la lava acabe llegando al mar.
Además, han señalado que la operación ha dejado un número indeterminado de muertos y detenido a al menos 80 personas "sospechosas de estar implicadas en actividades terroristas".